Preparación + Constancia: El Método que Uso para Asegurar un Día Productivo

Preparación + Constancia: El Método que Uso para Asegurar un Día Productivo

Alvaro Capaceta Magallanes
Alvaro Capaceta Magallanes

Mi día no comienza cuando me despierto, sino la noche anterior 🌙

En este artículo, quiero hablarte de cómo mi preparación la noche anterior ha transformado mi productividad. Los expertos dicen que el 90% de las personas exitosas tienen una rutina diaria bien definida, y esta estructura puede marcar la diferencia en nuestros días. A través de mi experiencia, quiero compartir la rutina que me funciona y que me ha ayudado a tener días realmente productivos.

Antes de continuar, un consejo: no necesitas copiar esta rutina tal cual. Puedes tomarla como una guía o referencia para crear tu propia rutina en función de tus objetivos y estilo de vida. Lo importante es adaptar lo que funciona para ti.

¿Por qué mi rutina comienza la noche anterior? 🌜

Una de las claves de mi productividad está en la noche anterior. A partir de las 9:00 p.m., dejo de usar cualquier dispositivo con pantalla: ni smartphone, ni computadora, ni distracciones. Esta es mi señal para desconectar. Normalmente, tomo una ducha, me lavo la cara, cepillo mis dientes y me pongo la ropa para dormir. Este pequeño ritual de desconexión le indica a mi mente que es hora de relajarse y prepararse para descansar.

A las 9:30 p.m., apago casi todas las luces y dejo solo una lámpara junto a mi cama. Me acuesto y leo un libro en formato físico, evitando así el estímulo de las pantallas, que suelen mantener el cerebro en alerta. La lectura es sencilla, generalmente ficción o algo que no requiera mucha concentración. Actualmente, estoy leyendo El Hobbit de J.R.R. Tolkien. A las 10:00 p.m., ya estoy dormido, listo para empezar el día siguiente con toda la energía. Dormir bien es algo no negociable en mi rutina, ya que a las 5:30 a.m. comienzo mi jornada, y sin el descanso adecuado, mantenerme productivo se hace muy difícil.

Una mañana productiva 🌅

A las 5:30 a.m., me despierto, y lo primero que hago es tomar un momento para agradecer. Reflexionar sobre algo positivo del día que comienza, sin importar tus creencias, el simple hecho de levantarte ese dia es motivo suficiente para agradecer y puede darle un buen tono a la mañana. Las primeras actividades de mi día son constantes: tomo el vaso de agua que dejé preparado la noche anterior, hago la cama, alimento a mi perro, desayuno y me doy una ducha para empezar con energía.

Estas actividades se han convertido en parte de mi día a día y las realizo de forma casi automática. A las 8:00 a.m. es hora de uno de los pasos más importantes de mi rutina: planificar mi día. Estos 30 minutos de planificación son clave para asegurar que el día será productivo y organizado.

Los 30 minutos mágicos ✍️

Antes de comenzar cualquier tarea, evento o reunión, dedico 30 minutos a organizar mi día. Aunque pueda parecer que estos minutos se podrían usar en otra cosa, la realidad es que invertir este tiempo me ahorra mucho tiempo a lo largo del día. Planificar con claridad las tareas y prioridades al comenzar el dia me permite mantener el foco, y estos 30 minutos terminan multiplicando mi productividad.

¿Cómo organizo mi día? 🗓️

Durante el día, voy anotando tareas pendientes en una lista, y si es un evento con horario fijo, lo coloco directamente en mi calendario. Al sentarme cada mañana a planear, ya tengo una lista preliminar de lo que necesito hacer.

Luego, reviso los bloques de tiempo que tengo disponibles y acomodo cada tarea según su urgencia e importancia. En ocasiones, me doy cuenta de que algunas tareas pueden posponerse o delegarse, lo cual libera tiempo para cosas de mayor prioridad. También me gusta dejar pequeños huecos entre bloques; el día puede ser impredecible, y tener espacios abiertos me permite reorganizarme ante imprevistos. Sin estos huecos, el día puede sentirse saturado, y eso impacta directamente en mi productividad.

No existe una rutina mágica ✨

Esta rutina está adaptada a mis hábitos, actividades, tipo de trabajo, hobbies y estilo de vida. La clave no está en copiar una rutina exacta, sino en organizar tu tiempo de manera que puedas aprovecharlo al máximo y sentirte bien con tu día a día. La constancia es fundamental para alcanzar tus metas, pero más importante aún es disfrutar el proceso. En vez de enfocarte únicamente en los objetivos, centra tu atención en los sistemas y verás cómo los resultados llegan solos.

Las metas son útiles para orientarte, pero el verdadero progreso viene de los hábitos, rutinas y sistemas que diseñas para alcanzarlas.

Gracias por leer el articulo 🫶

En un mundo lleno de distracciones, establecer una rutina puede ser un cambio fundamental. Mi rutina quizás no funcione para todos, pero ha sido clave para que yo pueda enfrentar cada día con más enfoque, energía y satisfacción. Al diseñar tu propia rutina, recuerda que no debe ser rígida; la flexibilidad es esencial. Entonces, ¿cuál es el primer pequeño cambio que harías mañana para empezar un día más productivo?

Gracias por leer el artículo completo. Espero que te haya gustado y que hayas aprendido algo nuevo. ¡Mantente pendiente de las próximas publicaciones! 🫶